Bach venía haciendo una campaña sigilosa en su favor desde hacía mucho tiempo. De hecho, Coventry participó de forma insólita en la ceremonia de apertura de Tokio 2020 (+1) dándole la bienvenida a los atletas, algo que jamás había ocurrido antes. Con esta pequeña estrategia, Bach comenzó a darle visibilidad a su sucesora en el escenario mundial.

El pasado jueves en Costa Navarino, Grecia, la 144° Sesión del Comité Olímpico Internacional ungió a la campeona olímpica de natación Kirsty Coventry como su décima presidenta. Por primera vez en 131 años, el movimiento olímpico será liderado por una mujer y por una persona africana, ya que es oriunda de Zimbabwe, un país ubicado al sudeste de África.

Coventry es actualmente la deportista más destacada de su continente. Sumó 7 de las 8 medallas olímpicas de su país y se coronó en los 200 metros espalda de Atenas 2004 y Beijing 2008. Su primera incursión en el COI fue en 2012 cuando comenzó a integrar la Comisión de Atletas, organismo que presidió hasta 2021. En ese año fue elegida como miembro individual de la entidad, cargo que podrá ocupar hasta los 70 años.

Actualmente presidía las comisiones de coordinación de los Juegos Olímpicos de la Juventud (YOG) de Dakar 2026 (el primer evento olímpico desarrollado en África) y de los Juegos Olímpicos de Brisbane 2032, cargos que deberá ceder. Sin embargo, el dato más destacado es que Coventry es ministra de Juventud, Deporte, Arte y Recreación de su país desde 2018, integrando el gabinete del dictador Emmerson Mnangagwa, quien asumió el poder tras un Golpe de Estado en 2017. Aún no se sabe si mantendrá su status de funcionaria pública.

Lo cierto es que Thomas Bach venía haciendo una campaña sigilosa en su favor desde hacía mucho tiempo. De hecho, Coventry participó de forma insólita en la ceremonia de apertura de Tokio 2020 (+1) dándole la bienvenida a los atletas, algo que jamás había ocurrido antes. Con esta pequeña estrategia, Bach comenzó a darle visibilidad a su sucesora en el escenario mundial.

Como candidata era perfecta: se alineaba con sus políticas de igualdad de género, además de representar a África, un territorio con más de 1.400 millones de habitantes que el olimpismo busca conquistar. De hecho, durante su gestión, Bach incrementó notablemente la participación de la mujer en el COI, designó a un número igual de hombres y mujeres al frente de las comisiones y consiguió que se lleven a cabo los primeros Juegos Olímpicos con igualdad en París 2024. Por otro lado, en 2018 tomó la decisión de restringir las candidaturas a los YOG 2022 solo a países africanos, con el objetivo de que el continente pudiera celebrar su primer evento olímpico.

De esta forma, el dossier de candidatura de Coventry para la presidencia del COI mostró sintonía con las políticas de su predecesor. Sin embargo, ¿qué fue lo que propuso puntualmente para la transparencia, la rendición de cuentas y la gobernanza?

Consignas sin contenido

Kirsty Coventry estableció en su candidatura 5 prioridades clave para su mandato:

  • Aprovechar el poder del deporte.
  • Maximizar la colaboración y el compromiso.
  • Reforzar las alianzas para el crecimiento mutuo.
  • Liderar el desarrollo sostenible.
  • Fomentar la credibilidad y la confianza.

Sobre este último punto, la zimbabuense prometió “tolerancia cero frente a la corrupción, el dopaje y los comportamientos poco éticos”. En esta línea, exigió “reforzar la gobernanza y la rendición de cuentas”, aunque sin postular ninguna práctica concreta salvo la de establecer mecanismos de supervisión (sin detallar cuáles) y la de aclarar funciones y responsabilidades (¿?)

“Mientras nos esforzamos en dar prioridad a la buena gobernanza y responsabilidad en todo el Movimiento Olímpico, seguiremos concentrándonos en sistemas más transparentes. La implementación y el seguimiento de políticas, de medidas más claras y tangibles, de mecanismos de supervisión y de comunicaciones abiertas generarán mayor confianza entre las partes interesadas. Esto se logrará al aclarar funciones y responsabilidades, al lograr un mejor alineamiento del Movimiento Olímpico, al racionalizar los esfuerzos, al reducir las redundancias y al permitir que cada entidad aporte más valor” (Coventry, 2025, p. 18)

En cuanto a la “promoción de prácticas éticas”, Coventry prometió “imparcialidad hacia todos los participantes” y una “asignación de recursos” para apoyar iniciativas que defiendan estos principios. Además, adelantó que “todas las partes interesadas deberán adherir a las normas éticas más estrictas” para proteger el espíritu olímpico.

Lo más curioso quizás sea la utilización de tecnología y, concretamente, base de datos para “supervisar el rendimiento y evaluar los programas en tiempo real” para proporcionar a los stakeholders “información valiosa que refuerce la confianza en las operaciones del COI”. Sin embargo, no se aclara si dicha información estará disponible para el público en general.

Por otro lado, la candidatura de Coventry tampoco se expresa en relación a la libertad de expresión de los atletas. El documento resalta que el COI debe mostrarse como una organización neutral frente a conflictos geopolíticos, con lo cual eso podría implicar en una postura sobre las declaraciones de los atletas en torno a conflictos como Ucrania o Palestina. De todos modos, sostiene que deben ser considerados “como más que competidores”, reconociendo la necesidad de apoyar su salud mental y bienestar holístico. Asimismo, brega por un diálogo abierto para que se tomen en cuenta sus opiniones “para construir una organización más proactiva”.

Por último, no mostró interés en modificar el actual sistema de elección de sedes de Juegos Olímpicos, quizás el punto más débil de la gestión de Thomas Bach en materia de democracia. No obstante, manifestó que las futuras sedes deberán adoptar prácticas responsables con el medio ambiente, demostrar que dejarán un legado duradero para la ciudad y garantizar la igualdad de género y la inclusión en el deporte. Es curioso que, en materia de género, Coventry se haya mostrado en contra de la participación de atletas trans en los Juegos Olímpicos: “no apoyo que los atletas transgénero compitan en los juegos contra atletas femeninas, ya que es injusto para ellas”, declaró en una entrevista con la agencia EFE.

Controversia sobre su gestión en Zimbabwe

Como se mencionó anteriormente, Kirsty Coventry forma parte desde 2018 del gobierno de Mnangagwa, actualmente sancionado por los Estados Unidos por sospechas de violación a los Derechos Humanos. De hecho, la propia Unión Europea prolongó sus sanciones contra su régimen en el mes de febrero. Dentro de las denuncias contra su gobierno, se destaca la masacre de 12 personas en 2019 durante las protestas por la suba del precio de los combustibles.

Coventry también ha estado en la mira de la comunidad internacional por su papel al frente del ministerio de deportes de su país. Ya había generado polémica tras aceptar un terreno expropiado al ex dictador Mugabe, una clara señal de agradecimiento del actual presidente. Pero, por si fuera poco, intervino en la Federación de Fútbol de Zimbabwe tras conocerse casos de abuso contra árbitras, lo que implicó una ingerencia gubernamental que está prohibida por los estatutos de la FIFA. Como consecuencia, Zimbabwe no puede competir en torneos internacionales de fútbol desde 2022.

Asimismo, se mantuvo en su cargo tras las denuncias de Amnistía Internacional y Human Rights Watch sobre las elecciones presidenciales del 2022, cuando se atacaron actos de la oposición y se persiguieron a disidentes. Por si fuera poco, respaldó públicamente el Servicio Nacional de la Juventud, un programa de entrenamiento paramilitar que, según diferentes reportes, se vincula con actos de violencia contra opositores. Al respecto, diferentes países de la comunidad africana alertaron sobre las prácticas a las que se someten a los jóvenes que integran dicho servicio, con presuntos abusos sexuales, entrenamientos de tortura y largos periodos sin comida.

¿Qué propuso el resto de los candidatos?

Contra todo pronóstico, Juan Antonio Samaranch Jr. quedó segundo en la votación del COI, por detrás de Coventry. En su candidatura, el español había prometido “fortalecer la gobernanza y la participación de los miembros, optimizar la eficacia operatoria y la rendición de cuentas”. En lo concreto, pidió “volver a un formato de Sesión abierta a la discusión y al debate pleno, no meras presentaciones con conclusiones predeterminadas”, en referencia a la elección de sedes. Por otro lado, se comprometió a encargar una revisión operativa exhaustiva de todos los programas del COI con un asesor externo, expertos olímpicos y miembros del COI.

La candidatura de Sebastian Coe fue quizás la más opositora a la actual gestión de Thomas Bach. El titular de World Athletics, quien recibió tan solo 8 votos en la elección, denunció que “muchos miembros han expresado su preocupación por la excesiva centralización en la toma de decisiones”. Por ello, el inglés se comprometió a “democratizar el gobierno para capacitar a los miembros COI”, garantizando que las decisiones recaigan en ellos, “garantizando una mayor rendición de cuentas, transparencia y eficiencia”.

En cuanto al japonés Morinari Watanabe, su candidatura fue la más disruptiva en términos de gobernanza, ya que sencillamente propuso introducir un sistema bicameral en el COI: una Cámara de Representantes formada por los presidentes de los Comités Olímpicos Nacionales y Federaciones Internacionales y un Senado compuesto por los 120 miembros COI. En este sentido, las propuestas de la Comisión Ejecutiva se debatirían en la Cámara para luego someterse a la decisión del Senado. Por si fuera poco, había sugerido que los Juegos Olímpicos se organizarán en los cinco continentes al mismo tiempo.

El candidato que quizás hizo más foco en materia de gobernanza fue David Lappartient, presidente de la Unión de Ciclismo Internacional. El francés le dedicó un capítulo entero a esta temática, en el que pidió “garantizar la aplicación de los principios de Buena Gobernanza”. En esta línea, ponderó el trabajo de ASOIF con las Federaciones Internacionales y reclamó que la Comisión de Ética del COI “funcione de manera absolutamente independiente para garantizar una tramitación independiente de las reclamaciones, incitar a las personas a denunciar los comportamientos abusivos e instaurar un clima de confianza”. Además, pidió que más miembros COI se involucren en la gestión del uso de los fondos y que se elabore una “Agenda 2036”.

Por último, las propuestas del príncipe Feisal Al Hussein y de Johan Eliasch fueron las más vagas en términos de Transparencia y Gobernanza. En tanto que el jordano se comprometió a “garantizar que el COI mantenga los más altos niveles de protección, transparencia y buena gobernanza”, el sueco simplemente prometió “gran atención a la gobernanza”. No se esmeraron demasiado.

Conclusiones

Kirsty Coventry asume la presidencia del COI en un contexto internacional dificultoso para su agenda. Las críticas hacia lo “woke” crecen en todo el mundo a la par de que las ultra derechas comienzan a ganar elecciones. En este estado de situación, y con todo su historial polémico encima, la zimbabuense deberá sentarse a negociar nada más y nada menos que con Donald Trump, ya que el rol de los EE. UU será clave durante su mandato: organizarán los Juegos Olímpicos de Verano de 2028 y los de Invierno de 2034. Frente a esto, deberá hacerse un seguimiento especial a sus políticas en materia de Transparencia y Buena Gobernanza para ver si aporta cambios sustanciales a la organización o si, por el contrario, aplicará modificaciones cosméticas, siguiendo la línea de Thomas Bach. En cuanto a las candidaturas a la presidencia, es curioso ver que las propuestas más radicales y audaces en la materia se observaron en los candidatos que menos chances tenían de ser electos. Pareciera ser que el discurso de la Transparencia está muy instalado en el Movimiento Olímpico actual, sobre todo tras los escándalos de Salt Lake City. Sin embargo, parece que nadie (o muy pocos) se animan a hacer tambalear el status quo y reclamar por mayores controles externos e independientes a cargo de organizaciones de la sociedad civil. El activismo deberá tomar un rol protagónico en los tiempos que vienen. A partir de ahora, todo está por verse.

Fuentes: COI, Swim Swam, Infobae, Cadena Ser.

Deja una respuesta

es_ESES