Richard McLaren y su firma revelaron los hallazgos de su investigación en la Federación Internacional de Levantamiento de Pesas (IWF). El reporte presentado en rueda de prensa se basó en tres grandes áreas: Cultura presidencial de control; mala gestión financiera, y cuestionable cuestionable antidoping. En esta entrada presentamos un resumen de los hallazgos más importantes del reporte sobre la IWF (Federación Internacional de Levantamiento de Pesas).

Cultura presidencial de control autocrático

El liderazgo “autocrático” de Tamas Aján dio lugar a un gobierno “disfuncional e ineficaz” del organismo por parte del Comité Ejecutivo, que tenía una visión distorsionada de su funcionamiento. Los mecanismos de control que llevó a cabo dentro de la federación hicieron que sólo él estuviera capacitado para comprender los asuntos generales de la IWF.
El mecanismo de control de Aján era la “tiranía del dinero”. Aján era el único recolector de dinero en efectivo, dinero retirado y dinero no contabilizado. El dinero procedía de “multas por dopaje abonadas directamente al presidente y retiro de grande sumas de dinero de las cuentas de la IWF”. Ese dinero se retiraba por lo general antes de las principales competiciones o congresos de la IWF. Es “absolutamente imposible” determinar la cantidad de dinero defraudado, pero la investigación determinó que aproximadamente 10,4 millones de dólares no fueron contabilizados.
Aján “interfirió de forma inadmisible” en la Comisión Antidopaje de la IWF. Sin embargo, el verdadero problema es “la cultura del dopaje que existe en este deporte”, que en la última década tuvo 600 violaciones al código antidoping. La investigación reveló 40 positivos que fueron escondidos por la federación, cuya información será trasladada a la WADA para una investigación más profunda. Ya se identificaron los nombres y las nacionalidades de los pesistas.
HUNADO, la Agencia Húngara Antidopaje no está envuelta en esta manipulación de resultados. Operó de acuerdo con los estándares de la WADA.
Los registros financieros de la IWF son “un revoltijo de cifras incompletas e inexactas” que se distorsionaron para no registrar con precisión los gastos e ingresos en efectivo, ni las cuentas bancarias de Aján.
Los dos últimos congresos electorales de la IWF se desarrollaron con “votos comprados para el presidente y altos cargos del Ejecutivo”. Esta práctica es una “violación fundamental de los estatutos del deporte en materia de disciplina y ética”.
El régimen presidencial de Aján era un régimen del miedo. 20 miembros de la Presidencia y la Secretaría General fueron contactados, pero sólo 4 respondieron y uno solo proveyó información de significativo valor para la investigación. Algunos miembros atentaron activamente para frustrar el proceso de investigación. Por ejemplo, un miembro del Consejo Ejecutivo dijo que no tenía servicio de telefonía para hacer la entrevista. Cuando se le dijo que su falta de cooperación iba a aparecer en el informe, produjo un material escrito que fue entregado una semana antes de la presentación del reporte.
El equipo de investigación se presentó sin previo aviso a las oficinas de la IWF en Budapest entre los días 3 y 6 de marzo de 2020. El pasado 15 de abril durante una reunión por videoconferencia del Consejo Ejecutivo de la IWF, se aprobó la renuncia de Tamás Aján. La estadounidense Ursula Garza Papandrea asumió como presidenta interina y se convirtió en la primera mujer en dirigir la entidad. A pesar de haber sido suspendido por el Consejo Ejecutivo durante la investigación, 45 días después de esa suspensión, Aján seguía manteniendo el control de la federación, recorriendo las oficinas, organizando reuniones del Consejo Ejecutivo y teniendo encuentros con los asesores financieros y auditores externos de la IWF.
Aján “bloquéo a la presidenta interina del cumplimiento de su cargo. Ni siquiera tenía las llaves de la secretaría hasta el día previo a la visita”. Además, tampoco le entregó la autoridad de firma para la cuenta bancaria en Hungría para el funcionamiento efectivo de la organización, ni reveló por completo sus cuentas bancarias. “La mayor sorpresa para Aján fue que la presidenta interina autorizara la descarga completa de los servidores de la IWF”.
“El control ejercido por Aján fue absoluto e infame. Manipuló al Consejo Ejecutivo, a miembros de las federaciones y al personal” para poder ejercer sus respectivos roles dentro de la IWF. “La aceptación tácita o la ceguera voluntaria a los métodos de control de Aján expuso fallas sistemáticas de gobernanza en los niveles más altos de la IWF”. “Aquellos que lo enfrentaron fueron castigados e intimidados”.
Aján controlaba a las federaciones miembro de la IWF mediante “patrocinio, recompensa y castigo, utilizando diferentes tipos de controles de manipulación, lo que garantizó su mandato de 20 años como presidente”. Limitaba la información proporcionada a los miembros del Consejo Ejecutivo, que “funcionó como un sello pasivo de aprobación de su gestión, sin ser nunca debidamente informados de lo que sucedía dentro de la organización”. Las federaciones que lo apoyaban recibían recompensas de Aján, y las que lo desafiaban tenían “una represión casi instantánea que a su vez podría tener consecuencias duraderas”.

Cuestionable Administración Antidoping

“Los procedimientos de control antidopaje fueron uno de los mecanismos más utilizados para consolidar y aferrarse a su estricto control de la IWF”. Las multas antidopaje, que forman parte de las reglas de deporte limpio de la IWF, proporcionaron una cantidad de recursos que “engrasó las ruedas de la consolidación del poder”.
Aján también usó los Congresos Electorales de la IWF para fortalecer su base de apoyo, mediante la distribución de dinero y recursos a las federaciones miembro que prometieran votar por él. Esto aseguró su posición en el poder, mientras “envenenaba las relaciones de los miembros del Consejo Ejecutivo y paralizaba las acciones de supervisión del órgano”.
En 2005, la IWF adoptó nuevas reglas en su Programa Antidopaje en las que se impusieron multas a federaciones miembro con múltiples positivos de dopaje. Desde este año hasta la modificación de la regla en 2017, las multas fueron el principal método de sanción a las federaciones, y el presidente recaudó grandes sumas de dinero. Después de 2017, las federaciones perdieron la capacidad de pagar para evitar una sanción y tuvieron que cumplir un periodo de suspensión además del pago de la multa. Sin embargo, estas multas podían ser negociadas y las sanciones podían suspenderse o retrasarse para los países favorecidos.
En 2005 Aján nombró al primer asesor legal interno de la IWF. Esta persona ocupó también el cargo de coordinador antidopaje, desde el cual ayudaría a la Comisión Antidopaje con el desempeño del Programa Antidopaje de la IWF. Este programa incluía el Plan de Distribución de Pruebas, el Grupo Internacional de Pruebas Registradas y la gestión de resultados de los casos de violación de las normas antidopaje. Durante el periodo analizado, Aján tuvo acceso a lo que se supone fue un programa confidencial antidopaje. Durante las décadas de 1980 y 1990, cada federación tenía sus propios programas y códigos antidopaje, pero luego se impuso a nivel global el código de la WADA, que empezó a regir de manera completa y efectiva en los juegos de Atenas 2004. Aján perdió parte del control al programa antidopaje de la IWF. Tuvo que aceptar supervisión externa, pero “él mantuvo el acceso al departamento antidopaje confidencial”. A pesar de la pérdida de control, Aján siguió manipulando a las federaciones infundiendo miedo por su posición en el Consejo Fundacional de WADA desde 1999. “Aján solía avivar las brasas de su propia leyenda diciendo, por ejemplo, que podría limpiar las muestras sucias y ensuciar las muestras limpias para asegurarse de que sus federaciones miembros se mantuvieran leales a él”.
La primera asesora legal interna de la IWF, Monika Ungar, comentó al equipo de investigación que Aján tenía conocimiento y acceso al Plan Anual de Distribución de Tests. Exigía ver regularmente el TDP (Test Distribution Plan) y conocer sus actualizaciones. Con la evolución del código AMA, la capacidad de acceso de Aján al TDP fue restringida. “Esto lo enfureció e hizo continuos intentos por recuperar su acceso”.
La coordinadora antidopaje entre 2015-2017, Eva Nyrirfa, detalló cómo Aján quería saber dónde y cuándo el Comité Antidopaje iba a realizar los tests y en qué NADO (National Anti Doping Organisation). Estas solicitudes ocurrieron continuamente, creando una presión constante, mientras que Aján públicamente enfatizaba que el programa antidopaje era independiente. “Aján no se mordió la lengua al decirle a Nyrirfa que él tenía la verdadera autoridad y que no podía importarle menos cómo se suponía que el programa antidopaje funcionaba”.
La mayoría de las veces los asesores legales se negaron a brindarle información a Aján. Sin embargo, en al menos dos ocasiones, “la presión se volvió tan intensa que, para disiparla, Aján fue provisto de una versión donde se modificaron las fechas de pruebas del Test Distribution Plan”. Los asesores cambiaron las fechas, pero mantuvieron la ubicación del país. Aján no sabía qué atletas iban a ser testeados, pero sí qué países eran los próximos objetivos de los testeos.
Varios testigos describieron casos en los que el presidente Aján interfirió o intentó interferir en la gestión de resultados de dopaje. Por ejemplo, Aján exigía regularmente que la adjudicación del asesor legal que controlara las muestras de Beijing y Londres se discutiera con él. “Este periodo fue vergonzoso ya que el re-análisis de las muestras de 2008 y 2012 concluyó que 58 pesistas dieron positivo”.
El equipo de investigación descubrió una carta dirigida a Aján desde el Comité Olímpico de Azerbaiyán en el año 2016, en la que se agradecía al presidente el retraso de las suspensiones de pesistas azerís que dieron positivos de PEDs, para que eso no interfiriera en su participación en los Juegos Islámicos de Baku. El equipo de McLaren descubrió que la IWF no había notificado los positivos de 18 pesistas, permitiéndoles competir también en el Campeonato Mundial y el Grand Prix de Bakú. Casos como éste se describen en numerables partes del informe.


Pérdida de resultados positivos

El equipo de investigación de McLaren recuperó de los servidores de la IWF una hoja de cálculo enviada desde la AMA, identificando varios casos de testeos antidopaje que habían permanecido irresueltos. El documento se titulaba “IWF pendiente 2009-2013” y enumeraba un total de 109 muestras que había producido la AAF, que no habían sido finalizados, y los resultados no habían sido cargados a ADAMS.
Se descubrió también un correo electrónico enviado en septiembre de 2016 desde la Administración de Resultados de la AMA a la Sra. Nyirfa, coordinadora antidopaje de la IWF y asesora legal, reclamando 45 casos pendientes entre 2009 y 2014, donde tampoco se había tomado la decisión ni subido los resultados a ADAMS. Varias hojas de cálculo y correos electrónicos se relacionaban con pesistas turcos. El equipo de investigación solicitó la asistencia de la Secretaría de la IWF, HUNADO y el laboratorio de la AMA en Colonia, Alemania, para proporcionar documentos acerca de 5 misiones entre 2010 y 2012 donde se recolectaron 26 muestras de pesistas turcos.
La IWF buscó en sus propios registros y en los de ADAMS. Los resultados de esos testeos no se habían registrado y no se hicieron más entradas en los registros o base de datos para indicar si la gestión de los resultados había finalizado.
Un miembro de la Secretaría de la IWF que realizó la búsqueda alertó al equipo de la posibilidad de que esas prueban hayan resultado ser de misiones nacionales conducidas por la Federación Turca de Levantamiento de Peso en lugar de la IWF. Por lo tanto, la IWF debía haber sido notificada, pero no era su responsabilidad actualizar la base de datos. Sin embargo, el Dr. Ungar, coordinador de antidopaje comentó que eran misiones que la IWF había acordado llevar adelante en nombre de la federación turca, por lo que esas misiones al ser consideradas oficialmente nacionales no debían ser registradas por la IWF.
Posteriormente, el equipo de investigación recibió la documentación del laboratorio de Colonia donde se analizaron las muestras turcas. Se confirmó que todas las muestras dieron un AAF (Adverse Analytical Finding), es decir, se encontró presencia de sustancias prohibidas. Los resultados habían sido notificados a la IWF. HUNADO, la agencia antidopaje húngara, proveyó el orden de la misión y confirmó que la autoridad de prueba fue la IWF para esa misión en particular. Sin embargo, al final de la nota se indicaba con una nota escrita a mano la frase “para TUR”, pero la misión fue pagada por la IWF. Por lo tanto, la Federación Internacional de Levantamiento de Pesas tenía la misma responsabilidad que la federación turca para seguir los resultados.

Dos de los pesistas positivos pudieron competir en el Campeonato Mundial de Antalya, Turquía y en el Campeonato Europeo de Kazán, Rusia. Uno de ellos ganó medalla de oro en ambas ocasiones y el otro ganó una medalla de plata en el Campeonato Mundial.
La IWF ha tenido varias reglas a lo lago de los años que permitieron que se aplicaran multas, impuestos a atletas y países. Esas multas podían pagarse por transferencia bancario o en efectivo, pero luego debían pagarse sólo en efectivo. Aján era la única persona que recibía las multas en efectivo, salvo algunas excepciones cuando otros miembros actuaron en nombre de él. La investigación dictaminó que Aján era la única persona que hacía todos los depósitos en efectivo en las cuentas bancarias de la IWF. Entre 2009 y 2019, la cantidad de multas por dopaje recaudaron aproximadamente 4.9 millones de dólares y en efectivo aproximadamente 3 millones.

Por Editor E

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