El problema del doping, -asi como casi todos los problemas de corrupción en el deporte- ha tenido un foco intencionalmente equivocado, criminalizando y victimizando al atleta. Allí, el culpable es quien ha tomado las drogas., o sea el atleta; un hombre débil que toma decisiones equivocadas en contra del deporte y su integridad. Este foco deja por fuera la realidad de los esquemas de doping patrocinados por el Estado, donde los atletas deben seguir las reglas, si no quieren perder apoyos.

“Unidos contra la Corrupción” es el inspirador lema de IPACS (International Partnership Against Corruption in Sport), un organismo autodenominado independiente, que lidera la lucha global contra la corrupción en el deporte. ¿Quién estaría en contra de esto? Nadie, por su puesto, pero así como la sabiduría popular enseña, “el diablo está en los detalles”. Veamos.

En Diciembre de 2019, en Abu Dhabi, se reunieron altos funcionarios de UNODC (Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito); el COI, 45 delegados de diferentes países, líderes del deporte y otros miembros de Naciones Unidas para presentar las acciones que IPACS adelanta.

IPACS es relativamente nuevo, se presentó formalmente en el Foro Internacional de Integridad Deportiva (IFSI) del COI celebrado en febrero de 2017. Como aparece en su sitio web: “Es una plataforma de múltiples partes interesadas en la misión de “reunir a organizaciones deportivas internacionales, gobiernos, organizaciones intergubernamentales y otros stakeholders relevantes para fortalecer y apoyar los esfuerzos en la eliminación de la corrupción y promoción de una cultura de buen gobierno en y alrededor del deporte.” ¿Quién se opondría a una reunión intergubenamental para combatir la corrupción en el deporte? Nadie. ¿Cierto? Entonces, ¿Cuál es el problema?

En una entrada de blog –Decepción Estratégica y el Mundo Deportivo-, Declan Hill, académico, profesor, escritor y periodista experto en crimen organizado y mafia en el deporte, -principalmente en el fútbol-, dice sobre IPACS: “(…) casi todo es un montaje, una operación brillantemente fabricada por los sucesores de Feliks Dzerzhinsky* en un oscuro pasillo de un edificio del gobierno en Moscú. Usted ve, casi todas las finanzas de UNODC para combatir la corrupción deportiva son proporcionadas por el gobierno ruso.”

*Feliks Dzerzhinsky – Fundador de los servicios de espionaje soviéticos.

Para Hill, las Naciones Unidas no pasan por un buen momento, “la ONU es una organización en quiebra financiera que salta de una situación a otra, unida por una red irregular de financiamiento y trabajo dedicado de muchos de sus empleados. La forma en que las agencias externas recaudan dinero de la ONU es ir a un serie de reuniones con ‘naciones donantes’ – Estados Unidos, Rusia, China, etc. – quienes luego deciden financiar sus actividades. Por lo tanto, son los representantes de los gobiernos nacionales, así como el personal de las Naciones Unidas, quienes deciden a dónde debe ir su dinero.”

La UNODC y el deporte

El interés de UNODC por el dopaje deportivo tiene dos hechos vinculantes. Primero, las revelaciones de doping patrocinado por el Estado en Rusia, hechas por Vitaly y Yulia Stepanov -denunciantes rusos exiliados en los Estados Unidos-. Dos, el rol de Yury Fedotov, director ejecutivo de UNODC, diplomático ruso de Vladimir Putin. Entonces “justo cuando el mundo estaba descubriendo el alcance total de la corrupción, el gobierno ruso, por coincidencia, por supuesto, decidió donar millones de dólares a una supuesta agencia independiente e internacional, para ayudar a luchar contra la corrupción deportiva. También pudo haber ayudado que el Jefe de la UNODC, Yury Fedotov, fuera uno de los principales diplomáticos de Vladimir Putin.”

Las denuncias de los Stepanov no fueron escuchadas por las “partes interesadas”: Ni WADA ni RUSADA escucharon sus denuncias, sí lo hizo Hajo Seppelt, periodista alemán especializado en el tema.

El problema del doping, -asi como casi todos los problemas de corrupción en el deporte- ha tenido un foco intencionalmente equivocado, criminalizando y victimizando al atleta. Allí, el culpable es quien ha tomado las drogas., o sea el atleta; un hombre débil que toma decisiones equivocadas en contra del deporte y su integridad. Este foco deja por fuera la realidad de los esquemas de doping patrocinados por el Estado, donde los atletas deben seguir las reglas, si no quieren perder apoyos.

Esta campaña de UNODC que busca “compartir información entre las partes interesadas” no solo desvía la atención sobre la creación de sistemas de dopaje patrocinados por el Estado, sino que termina enviando a los denunciantes al lugar equivocado, manteniendo el foco lejos de los sistemas y oficiales corruptos.

Esta situación no significa que la UNODC o que sus funcionarios-viajeros dedicados a la integridad deportiva sean corruptos; para Hill, han caído estratégicamente, en un engaño brillantemente orquestado.

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